Los alimentos conservados en lata son habituales en nuestra dieta, ya que son limpios y normalmente nos sacan de un apuro cuando no tenemos tiempo ni ganas de cocinar. Si siempre tienes este problema y buscas hacer comida saludable rápidamente, te enseñamos algunas comidas saludables para preparar en poco tiempo. Pero volviendo al tema de los enlatados, ¿es mejor consumir los alimentos de esta manera?
¿Cuántos productos enlatados puedes comer a la semana?
Siempre que no tengas problemas de hipertensión arterial, colesterol elevado, retención de líquido o diabetes, esto en el caso de las frutas en conserva, podrás consumir entre dos y tres productos enlatados a la semana. Elige preferiblemente aquellos bajos en sal, que no estén conservados en aceite y que, de tener almíbar, sea retirado previamente antes de consumir.
Cuando estás tratando de tener tus cinco verduras al día, abrir una lata de duraznos o peras puede parecer una forma rápida de incluir más frutas en tu dieta. Aunque no tiene que tener la apariencia visual o de textura de frutas frescas, la fruta enlatada puede ser una opción saludable siempre que prestes atención a qué hay exactamente en la lata.
Consideraciones económicas
Si tienes poco presupuesto, la comida enlatada cuesta menos que la misma cantidad de comida fresca. Si no puedes afrontar el gasto de la comida fresca o realmente no es accesible en tu zona, es mejor reforzar tu consumo agregando comida enlatada. La comida enlatada también puede ser más conveniente cuando se trata de crear postres improvisados o desayunos de último minuto.
Conseguir los nutrientes necesarios
Las frutas enlatadas pueden ser una buena fuente de vitaminas y minerales, pero consulta la etiqueta de nutrición para determinar qué nutrientes estás obteniendo. Los alimentos enlatados generalmente reducen los niveles de la mayoría de vitaminas B y C, en comparación con las frutas frescas.
Los minerales, fibras y vitaminas A y E se encuentran en casi los mismos niveles en las frutas enlatadas ya que son frutas frescas, aunque esto puede variar dependiendo del tipo específico de fruta.
Por otro lado, las frutas frescas pueden perder los nutrientes más rápidamente debido a su exposición al aire, mientras que las frutas enlatadas retienen su composición de nutrientes con el paso del tiempo, por lo que una lata de duraznos puede tener más nutrientes en general cuando se la compara con una rebanada de duraznos que has tenido en el refrigerador por una semana. Pero, según Nutrición Sin Más, todo en exceso es malo, hasta las frutas.
El consumo de alimentos en lata cuenta con beneficios como:
● Ofrecernos la posibilidad de ingerir ingredientes que, debido a la disponibilidad en nuestro país o la temporada, es posible que no pudiéramos consumir de otro modo. Este es el caso de frutas como la piña o los melocotones enlatados, y también de productos como los berberechos, las sardinas o el atún.
● Su proceso de elaboración hace que los alimentos puedan conservarse y aprovecharse por más tiempo, haciendo que su uso sea mucho más amplio.
● En el caso de los pescados azules enlatados, cuentan con un aporte de ácidos grasos omega 3 y vitamina B3 mayor que los productos en su presentación natural.
● Son una alternativa rápida cuando deseamos preparar un plato que no nos tome mucho tiempo, sin embargo es importante consumirlos de manera moderada si queremos garantizar nuestro bienestar y adecuada nutrición.
Como podemos ver, este tipo de alimentos pueden usarse en personas sanas siempre con racionalidad, es decir, echando mano a ellos con moderación y conjugando su presencia en la dieta con alimentos frescos y naturales así como con un estilo de vida saludable.
Siempre es importante recordar que todo en exceso es malo, y este tipo de alimentos procesados pueden robarnos muchas virtudes de los alimentos frescos que la sabia naturaleza nos ofrece, por eso, debemos hacer uso moderado y racional de los mismos si no queremos perjudicar la salud del organismo.
Por último, comentar que aunque su fecha de caducidad suele ser lejana, también debe ser controlada. Además de esto, hay cosas que deberían alertarnos, cuando la lata esté abombada puede haber bacterias muy tóxicas, o si el envase está abollado puede haber algún agujero que permita la contaminación. Tampoco deben consumirse cuando veamos espuma al abrirlas.